Todo cambia, todos cambiamos, nada se queda inerte... la vida sería monotama sin estas volteretas. Hasta las series más exitosas recurren a nuevos ambientes y nuevos personajes, no puedo evitar sentir temor acompañado de curiosidad por algo que tanto le pedía a la vida: QUE ME SORPRENDIERA. Estoy a menos de una semana de abrir un nuevo capítulo en mi vida y al mismo tiempo escribo las ultimas líneas de la milésima temporada de esta "serie", la de mi vida. Definitivamente estaba en una zona de confort, y aunque acostumbro a agradecer, aveces lo hago más por costumbre y de manera mecánica que por una verdadera convicción, nos confiamos y hacemos de hecho las cosas más simples, es por eso que ante la incertidumbre agradezco al universo por tener la mejor familia y los mejores amigos, pero sobre todo por brindarme hojas limpias en las que puedo escribir un mañana...
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